Otero de Sariegos (Zamora)


Como su nombre indica, población situada sobre un otero o altozano desde donde se divisan excelentes vistas de las lagunas de Villafáfila así como la llanura donde se asientan los pueblos de Villarrin de Campos y Villafáfila.

"Cuando estábamos esperando algún familiar y se retrasaba un poco nos íbamos al lateral de la iglesia, desde allí se divisaba todo el camino y veíamos por donde venia". JACOBO MONTERO.

Bonito pueblo ya venido a menos que llegó a contar con unas dieciocho viviendas. Las casas eran construidas de barro y adobe y como este material lleva muy mal el paso del tiempo, muchos de los edificios están en el suelo.
El trigo y la cebada eran los productos principales que sembraban en sus campos, mientras que las mulas, vacas y ovejas eran los animales más representativos en la ganadería.
Sus vecinos estaban asociados en la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos para gestionar y defender sus intereses. Tenían la figura del guarda rural que era el encargado de vigilar los posibles hurtos así como cuidar que el ganado no se metiera en las tierras de cultivo además de otros asuntos.
Contaban con una finca excelente para pastos: la pradera de Valdecasas, donde llevaban a pastar el ganado vacuno y mular que no se utilizara en tareas del campo. De ello se encargaban los vaqueros que tocaban un cencerro por la mañana por el pueblo para que los vecinos fueran sacando sus animales.
Miguel de Villarrin de Campos y Julio de Villafáfila ejercieron este oficio de vaqueros durante años en Otero de Sariegos.

Celebraban sus fiestas patronales el día 25 de abril (San Marcos). El lanzamiento de cohetes y petardos anunciaba el comienzo de la fiesta donde tenía gran protagonismo la misa, espectacular con unos cánticos que ponían la piel de gallina. Se sacaba en procesión a la virgen por las calles del pueblo, siendo las mujeres las encargadas de llevar las andas. El baile se realizaba por la tarde y la noche, siempre en el interior de algún edificio como era la planta baja de la casa de los Ojero, en alguna panera o en algún corral bien acondicionado. La música corría a cargo de un organillo que traían los hermanos Santacirila de Villafáfila, en años más recientes se sustituyó por un tocadiscos.
Ese día se hacia una comida especial en las casas pero el plato estrella era el arroz con leche preparado para la ocasión que tenía mucha fama en todos los pueblos del contorno.
De Villafáfila y Villarrin de Campos eran los pueblos de donde acudía más gente a participar de la fiesta.
El día 11 de noviembre para San Martin había fiesta de nuevo, pero en esta ocasión no había procesión.

El cura venía siempre de Villarrin de Campos. Todos los domingos se oficiaba misa. Don Julián, don Abdón, don Arcadio o don Agustín fueron algunos de los párrocos que acudieron a realizar tal acto.
El médico (don Daniel), llegaba desde Villafáfila, había que ir a buscarle con una caballería para que se desplazara a Otero a visitar al enfermo.
Agustin Miñambres el cartero venia dos veces a la semana desde Villarrin de Campos a traer todo tipo de correspondencia e incluso la pensión que cobraban las personas mayores también las llevaba.
Teófilo el barbero acudía desde Villafáfila a cortar el pelo en las casas que se le solicitaba.
Iban a moler el grano a la fábrica de harinas de La Tabla, donde entregaban el trigo y les devolvían el equivalente en harina.
El día de más movimiento en Otero de Sariegos era los jueves que era día de mercado en Benavente (los jueves de Benavente), era costumbre de los oteranos y de todos los pueblos de la comarca ir ese día a Benavente, a vender algún animal, a comprar productos o simplemente a pasar el día aunque no se hiciera nada en especial. Para ello se levantaban a las dos de la mañana para recorrer los doce kilómetros que les separaban de la estación ferroviaria de La Tabla y coger el tren hasta Benavente. Años más tarde había coche de línea que salía de Villanueva del Campo y recogía las gentes de todos los pueblos de la comarca para trasladarlos a Benavente. Los oteranos tenían que madrugar también porque tenían que estar en el cruce de la carretera a las ocho de la mañana que es cuando pasaba el transporte.
En menor medida se acudía también a los mercados de Zamora (los doce de Zamora) por los mismos medios de transporte.
Siempre se compraban productos y enseres de todo tipo el día que se iba a Benavente pero también se desplazaban a Villarrin de Campos y a Villafáfila donde había comercio a realizar compras más simples.
Y además los vendedores ambulantes se encargaban de traer a Otero productos que no había en el pueblo, como eran los Toresanos que con un carro de mulas en reata (una mula delante de la otra) llevaban pimientos, tomates, cebollas, etc. Con un carro aparecía otro vendedor ambulante de Villalba de la Lampreana que iba vendiendo arroz, aceite, azúcar...
Ya cuando había carretera acudía un vendedor de Villafáfila con vehículos de la época vendiendo utensilios y menajes como los famosos platos Duralex tan de moda aquellos años.
Por lo general cada casa solía tener su horno, donde aparte del pan se elaboraban unas deliciosas pastas y magdalenas. Años más tarde ya se dejó de cocer el pan y lo traía el panadero de Villafáfila.
La juventud se desplazaba los domingos a Villarrin de Campos o a Villafáfila donde había baile y cine en ambos pueblos.

"Íbamos a uno o a otro según los intereses amorosos o de amistad que tuviéramos en el momento". FRANCISCO MONTERO.

A principios de los 60 hubo un resurgir en la vida del pueblo con dos hechos que hicieron la vida más fácil a los oteranos: la llegada de la carretera y de la luz eléctrica.
Estas comodidades llegaron siendo alcalde de Otero de Sariegos don Ignacio Montero.
La luz fue una gran novedad y sustituyó a los candiles de carburo con el que se alumbraban los oteranos por las noches.

"Se trajo desde una central eléctrica que había en Aspariegos propiedad de Aquilino Gato, costó 25 mil pesetas la traída, fue en octubre del 61".
FRANCISCO MONTERO.


El otro gran adelanto como era la carretera, era algo muy necesario porque antes era un sendero y en invierno se ponía impracticable de barro y agua debido a que había muchos humedales, a veces ni se podía pasar.

"Sobre el año 60 se inició la construcción de la carretera por medio de un contratista de Salamanca, Ramiro Gullón, era de una longitud de un kilómetro setecientos metros y se hizo a golpe de pico y pala. Costó 63.000 pesetas. La obra estuvo parada durante dos años. Ya se había construido más de un kilómetro, pero unos cuatrocientos metros antes de llegar al pueblo la carretera iba a ocupar parte de una finca próxima, a lo que la propietaria se opuso. La carretera quedó estancada aquí. Hubo un juicio y el ayuntamiento lo perdió, por lo que para pagar las costas y demoras hubo que parcelar en partes la pradera Valdecasas y que cada vecino arrendara una parcela para llevar allí el ganado y así poder sufragar los gastos del juicio.
Al cabo de un tiempo la buena señora, posiblemente con remordimiento de conciencia del perjuicio que causaba al pueblo con su negativa, dio autorización para que la carretera pudiera pasar por sus tierras y se diera por finalizada la obra". FRANCISCO MONTERO.


Aunque los primeros años 60 fueron buenos años para el pueblo, que incluso llegaron a conocer el teléfono cuando ya solo quedaban dos casas abiertas, no ocurrió lo mismo con los 70, en esta década se produjo una salida importante de vecinos buscando una mejor calidad de vida.
Villarrin de Campos y Villafáfila absorbieron casi a partes iguales a los oteranos que salieron del pueblo.
La disolución del ayuntamiento de Otero de Sariegos debido a que el pueblo fue mermando mucho de población fue el principio del fin para Otero. Los vecinos que quedaban optaron por votación incorporarse al municipio de Villafáfila. La Hermandad de Labradores se integró en la de Villafáfila, se hizo la concentración parcelaria, así que los vecinos que quedaron optaron por marcharse a los dos pueblos cercanos, donde había más comodidades y mejores servicios y desde allí podían seguir acudiendo a trabajar las tierras a Otero. Si a esto se le añade la falta de agua en las casas y el cierre de la escuela se comprenderá el ocaso de Otero de Sariegos.
Aun así dos personas mantuvieron un soplo de vida en el pueblo hasta no hace muchos años.

"Cuando ya nos marchamos todos se quedaron por un lado María Ares que era viuda y por otro Porfirio Alonso que estaba soltero. Si bien María en los últimos años pasaba un tiempo en Villafáfila y otro en Otero, no estaba de continuo allí y sin embargo Porfirio si vivía todo el año en el pueblo, por lo que se puede decir que Porfirio fue el último de Otero de Sariegos. Era un hombre de más de ochenta años que vivía sin agua en casa y un poco en precario. Se fue de Otero el día 21 de noviembre de 2003. La tarde anterior estuve yo en Otero, hablé un poco con él y ya me lo comunicó- ¨Al día siguiente por la mañana me marcho, no he salido nunca de Otero más que para ir al servicio militar pero con gran pesar me voy y ya no vuelvo nunca más-¨. Palabra que ha cumplido porque Porfirio con casi 95 años vive en la residencia de Benavente". FRANCISCO MONTERO.

Con su marcha dejó de salir humo en las chimeneas oteranas y el pueblo quedó sumido en el silencio.
Aun así los hijos de Otero y sus descendientes siguen acudiendo al pueblo el día 25 de abril para conmemorar la fiesta de San Marcos y que no se apague del todo la llama de Otero de Sariegos.
Las tierras siguen cultivadas por agricultores de Villarrin y Villafáfila y el pueblo aunque sea de refilón es muy frecuentado porque está en la zona de paso hacia los observatorios de aves que hay en las lagunas de Villafáfila. De hecho un palomar se ha rehabilitado como observatorio.


Agradecimiento a los hermanos Montero (Francisco y Jacobo). Excelentes y entusiastas informantes de su pueblo, del que no quieren que caiga en el olvido su historia (Conversación personal mantenida en un establecimiento de hosteleria de Villarrín de Campos y una hora después en las calles de Otero de Sariegos).

Visita realizada en abril de 2014 en compañía de Francisco Montero.

PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.

Llegando a Otero de Sariegos.




La entrada al pueblo por el camino de Toro.




Calle de Otero de Sariegos. Llegando a la plaza.




La iglesia parroquial de San Martín de Tours. A la derecha pared que era utilizada por los jóvenes para jugar al frontón y rincón que también utilizaban las mujeres para sentarse a coser.



La iglesia vista por su lado noroeste. Cementerio adosado.




La última casa que se cerró en Otero de Sariegos. Aquí vivía Porfirio Alonso con dos hermanos y una hermana. Todos solteros. La casa funcionaba como bar pero sin ser bar. Tenían unas cervezas, gaseosas y fantas y algunos chupa chups para niños y servían al que quería echar un trago. Los dos laterales de la casa era el centro de reunión social de las gentes del pueblo. Según viniera el aire o el sol de un lado o de otro se cambiaban de pared. Allí transcurrían las horas comentando las novedades y observando al que llegaba al pueblo.



Calle de Otero de Sariegos.




La escuela.

"Unos veinte niños llegó a haber en sus buenos tiempos. Cada niño nos teníamos que llevar algo para calentarnos en el interior en los días más fríos del invierno porque no había estufa. Solíamos llevar una especie de lata con brasas. El interior era simple: la mesa de la maestra, una pizarra, dos mapas en las paredes laterales, un armario y los pupitres en el centro.
Doña Demetria fue la maestra que estuvo más años. Era de las de antes, más exigente y estricta. Me acuerdo una vez que en el recreo un niño le trajo unas ramas de mimbreras muy bonitas como obsequio. La maestra tan contenta por el regalo y el niño también por haber agradado. Pero todo se fue al limbo enseguida, a los quince minutos de dar clase le sacudió una buena somanta de cachetes por una trastada que había cometido.
Después ya venían maestras más jóvenes recién terminada la carrera, apenas estaban un año y se iban a otro destino. Guardo muy buen recuerdo de doña Bernarda, tenía 23 años, solo estuvo un año aquí, pero aprendí mucho con ella". FRANCISCO MONTERO.




Calle de Otero de Sariegos.




El teleclub. Primero fue sede de la Hermandad Sindical de Labradores y ganaderos. La llegada de la televisión supuso una pequeña revolución por la novedad. Las mujeres se venían por la tarde a ver los programas de entretenimientos de la época. También los jóvenes echaban partidas de cartas.



Calle de Otero de Sariegos. Escuela, vivienda e iglesia.




La última casa que se construyó en el pueblo. De buena presencia, fue construida por la familia Morejón, familia pudiente en la comarca pero que nunca vivió en ella. La vendieron a otros propietarios.



La fuente y pilón. Sufrió una transformación porque en origen era de forma cuadrada.




Pozo de agua y pila. Hasta aquí venían a lavar la ropa las mujeres oteranas. Había cinco o seis pilas. Ponían a secar la ropa en la pradera. Este agua era buena para poner en remojo los garbanzos, los ablandaba mejor que el agua de la fuente que era un poco más dura.




Palomar circular con patio interior ya en ruinas. Los palomares eran muy característicos de la Tierra de Campos, se dedicaban a la cría del pichón.



Vistas desde la iglesia. Palomares, la laguna Salina Grande y al fondo el pueblo de Villafáfila.

32 comentarios:

  1. Un reportaje maravilloso como todos a los que nos tiene acostumbrados, este hombre se merece un monumento, y no digo mas por que todo lo que se pueda decir es poco, Faustino Calseron, es el mas grande.

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    1. Bueno Jesús, se te han ido los dedos de las teclas, te ha salido la vena alabadora.
      Todos hacemos un trabajo muy bueno sobre la despoblación, cada uno desde una vertiente distinta.
      Lo que de verdad importa es sacar a estos preciosos pueblos del olvido.
      Gracias hombre por tu cariñoso comentario.
      Un abrazo.

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  2. Roberto Tartajlunes, 07 abril, 2014

    Hola de nuevo,Faustino,como siempre nos regalas una extensa y detallada explicación sobre el pueblo en cuestión,digno de agradecer,he visto que ese pueblo está cerca de Villafáfila y me ha recordado cuando pasé por ahí hace unos años de vuelta de Puebla de Sanabria y estuve viendo la laguna y algún palomar típico de esa zona,me ha llamado la atención lo de las pilas y el pozo de agua donde íban a lavar las mujeres la ropa así como lo de los vaqueros que llamaban por las mañanas con un cencerro para que los vecinos sacaran los animales,en fín,detalles que los que vivimos en la capital no hemos conocido,pués nada,Faustino,gracias por mostrarnos tus excelentes trabajos,un abrazo.

    Roberto

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    1. Así es Roberto, esta pegado a Villafáfila y sus lagunas, el pueblo es frecuentado por estar en zona de observatorios de las aves.
      ¡¡ Fíjate la dureza en pleno invierno de ir a lavar la ropa a trescientos metros del pueblo !!
      Ya podía haber llegado ese gran invento llamado lavadora a estos pueblos unos cuantos años antes.
      Este y otros muchos detalles son los que tenemos que admirar y valorar los que no lo hemos vivido.
      Gracias Roberto una vez más por tus palabras.
      Un abrazo.

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  3. MUCHAS GRACIAS FAUSTINO por estos maravillosos reportajes que nos muestras.Es la primera vez que escribo,pero llevo mas de un año siguiéndote y estoy encantada y ¡¡¡¡enganchada ¡¡¡¡¡ a tu blog. Yo soy de Burgos y a raíz de esto he visitado algún pueblo (Avellanosa de Rioja, Castil de Carrias ......) y he disfrutado muchisimo

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    1. Nunca es tarde para escribir un comentario. Me alegra muchísimo que estés encantada con el blog, es buena señal de que te gusta la despoblación.
      Ya veo que has visitado deshabitados por tu provincia.
      ¡¡ Y vaya dos que has tenido oportunidad de conocer según los que nombras !! A cual más bonito,
      Espero que sigas conociendo lugares y que te sigas deleitando con los reportajes del blog.
      Muchas gracias a ti amiga por dejar tu bonito comentario.
      Saludos.

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  4. Interesante y triste como siempre. Un abrazo, amigo.

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    1. Muy interesante y muy triste, pero HERMOSAMENTE triste amigo David.
      Un abrazo.

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  5. Otro maravillosos pueblo que en su día estuvo lleno de vida y se ha apagado. Cuantas historias has recopilado y bien contado. "Tempus fugit" Todo pasa, pero afortunadamente quedan nostálgicos que mantienen la llama del recuerdo encendida.
    Un abrazo

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    1. Así es amiga Katy, otro precioso pueblo que se apagó. La lista es interminable, pero como bien dices por lo menos que se pueda recuperar su historia. Es lo menos que se puede hacer por estos pueblos para que no caigan en el olvido.
      Un abrazo.

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  6. Precioso Faustino, la primera foto de postal.
    Un abrazo.

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    1. Es lo mismo que me escribió el otro día una antigua vecina de Otero pidiéndome una copia de la primera foto, que le parecía de postal.
      La verdad es que tanto esta como las demás han quedado preciosas y es que cuando a las nubes les da por ´´posar´´ son un complemento inigualable para las fotografías.
      Un abrazo Cristian.

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  7. Precioso lugar, amigo Faustino. Se ve en las fotos que tuvísteis un muy buen día para visitar este pueblo. La parroquia, la escuela, el teleclub, el cementerio, la pila, ... cuánta vida tuvo que transitar por estas calles! Como siempre, gran trabajo etnológico.
    Un abrazo

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    1. Precioso lugar amigo Antonio, precioso. La verdad es que si hizo buen día, aunque hizo de todo, típico en primavera. Lo mejor las nubes que quisieron dar más realce y vistosidad a las fotografías.
      Aparte de los elementos arquitectónicos que has nombrado, añadiría el carasol donde los vecinos se juntaban a pasar la tarde. Todo esto era el día a día, la vida cotidiana de Otero de Sariegos. Pleno de vida antaño.
      Un abrazo.

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  8. Gracias por el reportaje es precioso.En un comentario sobre La Vereda te dije que nunca habias escrito nada sobre ningun pueblo de Zamora y ya lo has echo!!!Me ha gustado mucho el reportaje de Otero las fotos preciosas recomiendo ir a visitar las Lagunas de Villafáfila.Un saludo.

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    1. Como ya te comenté en la respuesta en La Vereda, había estado varias veces a punto de ir a este pueblo, pero por unas cosas u otras nunca lo había hecho, hasta que me decidí.
      Comparto contigo tu recomendación de visitar las lagunas de Villafáfila.
      Me alegra que te haya gustado el reportaje.
      Gracias por dejar tu comentario.
      Saludos.

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  9. Por lo que veo, amigo Faustino, vas de Este a Oeste de la Península. Te sigo desde que estuviste por Huesca, y hoy viendo tu reportaje he querido dejar mi opinión. Las fotos parecen postales y la primera, un lienzo digno del mejor pintor. Una zona que conozco un poco ya que he ido varias veces a un pueblo a 5km. de Benavente donde viven unos amigos. Estos rincones, en todos los pueblos siempre eran aprovechados para la tertulia, coser o simplemente para tomar el sol. ¡Felicidades!, por éste y por todos los reportajes a los que nos tienes acostumbrados.

    Saludos, Luis

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    1. Si la verdad es que las fotos quedaron muy bien, especialmente la primera. Si has ido varias veces a Benavente tienes que conocer la zona porque las lagunas de Villafáfila son de visita obligada y Otero esta junto a ellas.
      Efectivamente en todos los pueblos pequeños siempre había un rincón determinado (carasol) donde se reunían los vecinos a charlar, coser o simplemente dejar pasar el tiempo.
      Muchísimas gracias Luis por tus palabras y por haberte animado a dejar un comentario.
      Saludos.

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  10. Hola Faustino, un pueblo muy pequeñito y en un paisaje magnifico, debió de ser una delicia vivir allí lejos del bullicio de las grandes urbes.
    La anécdota del señor que vendía los platos de duralex es muy divertida.
    Un abrazo.

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    1. Si es un paisaje muy bonito, tenían que vivir muy tranquilos allí lejos del mundanal ruido.
      Lo del vendedor de los platos son de esas sencillas anécdotas que se quedan en el recuerdo de los que las vivieron en una época en que había pocas ocasiones de salir de la rutina diaria.
      Un abrazo Conchi.

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    2. Hola Faustino. Soy José García Buey. Ya veo que sigues en tu incansable línea.
      Aunque hace tiempo que no nos comunicamos (Por falta de tiempo de los dos) cuando tengo un hueco te sigo.Son maravillosos todos. Te envío un abrazo muy fuerte.

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    3. Es cierto José que llevamos un tiempo bastante largo sin intercambiar algunas palabras. Por mi parte tengo poco tiempo libre y varios frentes abiertos que me dificulta un poco el poder dedicar más tiempo del que yo quisiera a atender otros asuntos, pero no es excusa para que te hubiera escrito alguna vez por lo que te pido disculpas por ello.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un abrazo José,

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  11. En el comentario que dejé el otro día en esta misma entrada se me pasó mencionar el episodio de doña Demetria y las varas de mimbre que le trajo un alumno. Hoy, releyendo la historia de este pueblo, he vuelto a sonreír porque recuerdo que mi padre me contaba algo parecido con una tabla pequeña que le llevó a su maestro y precisamente fue él el primero que la probó.
    Y una cosilla más, carasol es una palabra que aquí en Huelva no se utiliza, pero qué calorcillo transmite!
    Un abrazo

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  12. yo soy de un pueblo de Zamora, y he visitado varias veces las lagunas, se las recomiendo a todos. Son maravillosas.

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  13. Gracias por la página. Un lugar especial y maravilloso.
    En el CD "Campos y tierras en Tierra de Campos" de la Diputación de Valladolid, se pueden ver algunas maravillosas imágenes del retablo de San Martín de Tours. Hechas en el año 2000 +/- no se garantiza que continúen en su lugar. Conocí a Porfirio que nos facilitó las llaves de la iglesia para hacer algunas fotos. Cuando le preguntamos si no le daba 'cosa' vivir solo en el pueblo y a sus 82 años, nos contestó: "No estoy sólo, hay otro vecino que es mi hermano. ¡Y es mayor!"...
    Si alguien quiere, aún quedan CD's que se pueden solicitar al autor a cambio de los gastos de envío: al teléfono 679 135 444 (Fernando).

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  14. BUENOS DÍAS, ES LA PRIMERA VEZ QUE VISITO SU PAGINA Y ME HA GUSTADO MUCHO. MIS ABUELOS ERAN DE BADILLO DE LA GUAREÑA Y GUARRATE, Y QUIERO MUCHO ESA TIERRA. SON MIS RAICES

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    1. Me alegra que le haya gustado la pagina y el reportaje de Otero de Sariegos.
      Entiendo su querencia hacía la provincia de Zamora porque la tierra de donde provienen los antepasados tira mucho.
      Gracias por dejar su comentario.
      Saludos.

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  15. Ayer estuve allí. Hacía tiempo que no iba.Todo está semiderruido y lo único que se escuchaba era el silencio. De vez en cuando ululaba el viento por las oquedades de los muros y se oía el golpeteo de alguna hoja de ventana desvencijada.
    La iglesia aún se mantiene en pié, pero el resto de las edificaciones están mucho peor que en el reportaje.
    Saludos.

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  16. Viernes,13 ,abril, 2018. Bonito reportaje,yo viví allí durante un año,en el 67,me acuerdo de Jesús Ares y Jacobo ¡que tiempos aquellos!

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  17. Yo he estado allí, el pasado año ya todo está en el suelo el tiempo no perdona

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  18. Nada más ver la primera foto pensé ¡Qué bonito! Es una pena que sitios como ese se despueblen,si hubiesen aguantado unos años más quizá hubiesen sobrevivido gracias a las mejores comunicaciones,teletrabajos,posibilidad de comprar cualquier cosa por internet...

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