
Carrascosilla es una pedanía de Huete situada en la solana de un estrecho valle.
Conocida también como ¨la aldea millonaria¨ debido al buen nivel económico que tenían sus vecinos, donde todos eran patronos y tenían varios trabajadores a su cargo.
Alrededor de una veintena de viviendas dieron forma al pueblo en los tiempos de mayor esplendor.
Tenían luz eléctrica en las casas desde los años 40 que trajeron la energía desde el salto de Villalba. No así agua corriente, que era uno de los problemas principales de los carrascosilleros, la fuente que había no era apta para el consumo, y tenían que canalizar el agua de lluvia de los tejados hacia unos aljibes que tenían en las casas. En época de sequías iban con el macho con cantaros hasta un pozo que había lejos del pueblo en el camino a Caracenilla.
Habia un horno comunitario para hacer el pan.
Pueblo más agrícola que ganadero, dedicados al cultivo de trigo y cebada principalmente y algo de olivos.
Iban a moler el grano al molino de Larez situado en la carretera, entre Huete y Saceda. De los numerosos olivos que tenían recogían la aceituna, la cual la prensaban en el molino de Bonilla para elaborar el aceite que utilizaban para consumo.
En la ganadería mantenían pequeños rebaños de ovejas en cada casa.
Barranco de la Fuente de la Cueva
Cerro de la Perdiz
Cuesta Blanca
El Cerezo
El Cerrajón
El Espino
Hoya Lavada
Hoya de las Cruces
La Loma
Las Madrigueras
Los Aires
Los Espejillos
Los Pedernales
Vallejo de Enmedio
Vallejo del Pozo
**Son algunos topónimos de lugares comunes de Carrascosilla que quedaran para siempre en el recuerdo de las gentes que habitaron el pueblo**
El cura vivía en Valdemoro del Rey y llevaba este pueblo, Saceda del Rio y Carrascosilla. Había que ir a buscarle a Saceda con un burro después de que hubiera dado misa en los otros dos pueblos, sin embargo había veces que se venía el sábado por la tarde a Carrascosilla y hacia noche aquí para dar la misa el domingo a primera hora y luego marchar para los otros dos pueblos.
Había escuela en Carrascosilla pero nada queda de ella, hoy es un montón de escombros irreconocible. Doña Pepita que era de Cuenca fue una de las últimas maestras. Solían estar de alquiler en alguna casa del pueblo.
El médico estaba en Huete y en muchas ocasiones no se acercaba a Carrascosilla por el pésimo estado del camino de acceso.
El cartero venia andando desde Saceda del Río.
Desde Caracenilla venía el herrero dos veces por semana.
Celebraban las fiestas patronales el 15 y 16 de agosto honrando a su patrón: San Roque. Se realizaba una procesión por las dos calles del pueblo, la gente tiraba cohetes a su paso e iban dando vivas a San Roque. De vuelta a la parroquial celebraban una misa. Se hacían rosquillas, tortas y magdalenas para obsequiar a los invitados. En la comida se mataba un cordero para compartir con los familiares y amigos. Por la tarde el turno del baile en la plaza con la música del acordeonista de Valdecolmenas. Se juntaba gran cantidad de gente en la plaza, acudía gente de los pueblos vecinos como Huete, Bonilla, Saceda del Río entre otros, y donde no faltaba nunca una mujer que llegaba desde Saceda-Trasierra con dos maletas cargadas en un mulo y ponía un tenderete de almendras garrapiñadas y martillos de caramelo que hacían las delicias de los niños. Por la noche únicamente se quedaba la gente joven en la plaza donde se preparaban bebidas y pasaban el rato hablando y gastando bromas.
En los años 40 se empezó a celebrar otra fiesta el 8 de diciembre para la Inmaculada Concepción, debido a una ofrenda que hizo una mujer del pueblo y donó la talla de la Virgen.
Por Navidad había costumbre entre los niños y la gente joven de ir pidiendo el aguinaldo, para lo cual iban a buscar al Juanillo al molino de Valdecolmenas donde vivía para que les acompañara casa por casa montado en un burro tocando el acordeón.
"En Carrascosilla había pocos entretenimientos en los ratos libres como no fuera ir de caza o tomar un vino en la taberna, la gente joven nos íbamos a Huete que allí había cine y baile, otras veces íbamos a Saceda del Río al picu (aparato de música anterior al tocadiscos, más tosco y simple) de Macario donde se celebraba un concurrido baile con buena presencia de mozas, y cuando había fiesta en algún pueblo pues para allá que íbamos". JOSÉ ANTONIO SAIZ.
Carrascosilla no fue ajeno a la fuerte emigración que sufrió la comarca y España en general en los años 60.
"A pesar de que era un pueblo que se vivía aceptablemente bien, en cada casa solía haber uno o dos criados para ayudar en las tareas del campo y en verano venían cuadrillas de segadores de la provincia de Albacete de la parte de La Roda para trabajar en la siega, hubo algunos condicionantes que hicieron que la gente se fuera marchando, como era por ejemplo el pésimo estado del camino de acceso al pueblo, en invierno se quedaba impracticable y no se podía llegar a Carrascosilla, como el médico por ejemplo, porque el taxi que le traía desde Huete no podía ir por el camino, lo mismo le ocurría al panadero de Huete que traía el pan e incluso la maestra había veces que no podía llegar al pueblo después de haber estado el fin de semana en Cuenca. Después se le echo zahorra al camino para mejorarlo y cuando se arregló el camino para la parcelaria ya no quedaba nadie en el pueblo. El problema del agua mencionado anteriormente también influyó en la marcha de los carrascosilleros y luego la situación que se daba de que las tierras se quedaron pequeñas para la siguiente generación pues en cada casa había varios hijos y no daba para repartir, así que todos empezamos a marchar, unos antes y otros después y la gran mayoría nos vinimos a Huete, aquí nos establecimos con casa y tierras para trabajar y otros seguían yendo a Carrascosilla a trabajar pero viviendo en Huete donde había más comodidades". JOSÉ ANTONIO SAIZ.
Así fue como en la década de los 70 el pueblo se quedó vacío y empezó el calvario para las edificaciones hasta llegar al estado actual, solamente las tierras se siguen aprovechando hasta la actualidad por los antiguos vecinos y otras gentes que las tienen arrendadas por lo que la presencia de alguna persona en Carrascosilla es constante y diaria.
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Informante: José Antonio Saiz Jarabo, antiguo vecino de Carrascosilla. (Conversación personal mantenida en su casa de Huete).
Visita realizada en enero de 2011.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.

Entrada a Carrascosilla por el camino de Bonilla.


Lo que un día fue la plaza mayor de Carrascosilla.

Calle de Abajo, rebautizada años después como la calle del Comandante Pio.

Calle de Abajo. Edificios desmochados de tejados.

Calle de El Altillo.

Calle de El Altillo. Viviendas.


Calle El Altillo. Viviendas.

Edificaciones derrotadas al paso del tiempo.

Subiendo hacia la iglesia.




Bajando de la iglesia.


Horno y fragua.

La fuente de Carrascosilla, era agua salobre y solo era buena para los animales.
