
Pertenecía al ayuntamiento de Losana y desde muy antiguo contaron con luz eléctrica de una línea que provenía de Retortillo de Soria.
De buena calidad era la madera de olmo que había en el monte, madera que era llevada a vender a Campisabalos (Guadalajara).
Tenían buenos pastos en su término, lo que era aprovechado por el ganado vacuno y lanar. Muy apreciados eran los becerros de Manzanares que eran criados con hojas de olmo.
La agricultura se basaba en el cultivo de trigo, cebada y yeros principalmente.
Había escuela (don Hipólito fue el maestro que impartió enseñanza durante muchos años), fragua (el herrero residía en Manzanares) y había un horno comunal, aunque varias casas tenían su horno particular. Con el paso de los años se dejó de hacer pan en los hornos y por turno iban a recogerlo a Losana, adonde previamente lo habían traído los panaderos de Retortillo.
Contaba también con taberna y posada.
Para moler el grano eran los molineros de Pedro los que venían a recogerlo y lo devolvían posteriormente hecho harina.
Desde Pedro venia el cura a caballo (don Jesús).
El médico lo hacía en caballería desde Tarancueña, de donde también venia el veterinario. En Tarancueña estaba la farmacia para cuando había que comprar medicinas.
El cartero (Juanito) venia desde Rebollosa de los Escuderos andando, habiendo recogido previamente la correspondencia en Losana.
Para realizar compras se desplazaban al pueblo de Campisabalos (Guadalajara) distante algo más de una hora de camino, otras veces acudían a Retortillo o a Montejo.
Rara vez salían los manzanareños de la comarca como no fuera el día 8 de noviembre a la concurrida feria de ganado de San Esteban de Gormaz.
La virgen del Rosario era la patrona de Manzanares a la que celebraban fiesta el día 8 de octubre. Duraba dos días y se empezaba con una diana por la mañana con los músicos recorriendo casa por casa y donde se les obsequiaba con una copita de anís o moscatel y unas galletas o mantecados. Continuaba la misa y la procesión, para después seguir con un pequeño baile hasta la hora de comer, y reanudar el baile por la tarde. Baile que se realizaba en una era a la entrada del pueblo y que estaba amenizado por los gaiteros de Noviales (los Marcotes).
El día 25 de noviembre realizaban una fiesta pequeña para Santa Catalina y donde el acto más significativo era la instalación de una gran hoguera junto a la iglesia.
No faltaban a las dos romerías que se celebraban en la ermita de Santa María de Tiermes, el 12 de octubre y el tercer domingo de mayo, con gran afluencia de todos los pueblos del contorno, donde se realizaba una procesión, una comida campestre y un baile también amenizado por Los Marcotes de Noviales y donde los taberneros de Manzanares, Pedro y Montejo instalaban allí sus tenderetes para vender cerveza, vino y caramelos entre otras cosas, asimismo también aparecía por allí el barquillero de Albendiego.
La gente joven hacia baile los domingos en el salón del ayuntamiento con guitarra y laúd que tocaban dos mozos del pueblo.
También era muy frecuente como entretenimiento los partidos de pelota que se realizaban en la pared de la iglesia.
En los 50 y los 60 la emigración ya había iniciado su curso y comenzaba el declive de Manzanares.
Los manzanareños se fueron yendo por un efecto dominó, en el que unas familias iban arrastrando a otras, marcharon en busca de una mejor calidad de vida que la que podía ofrecer el campo. Madrid fue el lugar elegido para emigrar por la casi totalidad de los vecinos.
Seria en el año 1970-71 cuando Fermin Andrés (el cestero) y su mujer Toribia Felipe pusieron punto y final a la presencia humana en Manzanares, marchándose al pueblo de Campisabalos (Guadalajara). Con su marcha el pueblo entro en un oscuro letargo, donde el olvido de unos y la rapiña de otros estuvieron presentes, hasta que en la década de los 90 se instaló allí un grupo de personas que no tenían ningún lazo afectivo con el pueblo y formaron la Colectividad rural anarquista de Manzanares, para vivir de acuerdo a sus pensamientos, variando el número de personas con el paso de los años, hasta la actualidad que ronda las seis o siete personas.
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Informante: Antiguo vecino de Manzanares (Conversación mantenida por vía telefónica y posterior contacto personal en un establecimiento de hostelería de Retortillo de Soria).
Visitas realizadas en mayo de 1993, abril de 1995 y febrero de 2013.
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.




La iglesia parroquial de Santa Catalina.





La casa del tío Justo. Era taberna-posada.

Calle de Manzanares.

La misma calle desde el lado opuesto.



La misma calle vista a la inversa.



Estampa manzanareña.

Calle de Manzanares.