Las Badias (Huesca)


Las Badias fue la antigua cabecera de ayuntamiento del municipio de Monesma, núcleo administrativo y social donde se agrupaban todos los edificios públicos (ayuntamiento, escuela, iglesia, cementerio, herrería, tienda), que daban servicio a varias aldeas y masías.
Cinco viviendas componían este pueblo (tres de vecinos, más la abadía y la casa de la maestra).

Barranco de Sant Antoní
Camino de Castigaleu
Colada de Las Badias
La Caella
Las Lomas
Lo Calvan
Lo Cllot

**Son algunos topónimos de lugares comunes de Las Badias que quedaran para siempre en el recuerdo de las gentes que habitaron el pueblo**


Sus tierras se dedicaban fundamentalmente al cultivo de trigo y cebada.
En la ganadería era la oveja el animal que más abundaba. Ovejas que en verano se subían a tierras más altas, en concreto al valle de Arán en el Pirineo de Lleida, bajándolas otra vez al pueblo a últimos de septiembre (para San Miguel).
Los corderos se vendían a los carniceros de Benabarre.

El cura venia desde Cajigar a oficiar los actos religiosos.
El médico acudía desde Lascuarres cuando la situación lo requería.
El cartero llegaba desde Luzás unas veces andando y otras en bicicleta a repartir la correspondencia.
De Castigaleu venía el herrero para realizar trabajos de forja.

Dos días duraban las fiestas patronales (15 y 16 de agosto), donde se celebraba una misa, se solía matar un cordero en cada casa para todos los presentes y por la tarde-noche era el turno del baile en la amplia plaza donde diversas orquestas (un año venían de Aren, otro de Secastilla, de Estadilla, de Campo) hacían bailar a todos los concurrentes allí llegados de las masías y pueblos cercanos.
El día 13 de junio tenían otro día festivo donde celebraban una misa en la cercana ermita de San Antonio.
Eran también muy celebrados los carnavales (carnestoltes), donde los jóvenes se disfrazaban y pasaban pidiendo por las casas (huevos, longaniza, morcillas, etc.) para luego por la noche hacer una cena con lo que habían obtenido y un animado baile.
En los ratos de ocio la gente se reunía en las casas o en la taberna a jugar a las cartas, los jóvenes jugaban al frontón en la pared de la iglesia y todos los domingos hacían baile.

José y María de Casa Manel con un hijo que tenían fueron los últimos de Las Badias. Se fueron en el año 1968, como habían hecho anteriormente sus vecinos en busca de un mejor futuro a Barcelona, Lleida y alguna familia a Zaragoza.
En la actualidad pese a no tener vida, la iglesia y el cementerio siguen en uso y se encuentran en buen estado. Alguna masía de los alrededores todavía está habitada.

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Informante: José Altarriba, de Noguero (Monesma) (Conversación personal mantenida en la plaza de Las Badias).

Visita realizada en enero de 2010.

PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.

Llegando a Las Badias. En primer plano el edificio que compartían el ayuntamiento y la escuela.



La entrada a este pueblo-plaza de gran belleza, con la fuente en primer lugar.




La iglesia parroquial de San Vicente Mártir (siglo XVIII), puerta en arco de medio punto, poyete corrido a lo largo de la fachada, veleta coronando el tejado y otra más en lo alto del campanario, a su derecha la abadía.



El edificio de la escuela. Entrando por la puerta a la izquierda estaba el ayuntamiento y a la derecha donde se ve la ventana era la escuela. Algunos niños les tocaba hacer trayectos de hasta una hora desde las masías más alejadas para asistir a clase.



Toda la plaza esta contorneada de magníficos poyetes o bancos corridos. ¡Cuántas tertulias entre vecinos, sentarse a descansar después de un día de duro trabajo, a ver bailar en los días de fiesta o las noches de verano al fresco! Los jóvenes utilizaban la pared de la iglesia como improvisado frontón.



Precioso ángulo que forman Casa Barró, la casa de la maestra y Casa Manel.




La casa de la maestra. Mujeres de variada procedencia (Zaragoza, Huesca, Binéfar y Pontevedra) impartieron enseñanza en Las Badias.



La plaza vista desde la casa de la maestra.




El tozal de Monesma dominando el pueblo.




Casa Manel, la ultima casa que se cerró en Las Badias. Era la taberna-tienda del pueblo. Aquí se abastecían las gentes de todo el municipio de Monesma de los productos más básicos y depositaban la correspondencia para que la recogiera el cartero.



Casa Barró, la única que tiene tres pisos, balcón en la planta superior.



La abadía, después de la guerra ya no hubo sacerdote residiendo en ella.




La herrería y el cementerio cierran la plaza por este lado.




Casa Cuixamenor. Esta apartada del núcleo central a unos 50 metros, era la más pudiente del pueblo, pero es la que peor se ha conservado, la maleza impide llegar hasta ella.



Volviendo de Casa Cuixamenor, panorámica de la plaza con el cementerio a la derecha.




La fuente y el lavadero.